Leer con los niños desde los primeros años de vida es mucho más que una actividad educativa. Se trata de una experiencia que estimula la mente, el lenguaje y las emociones, ayudando así a construir las bases del aprendizaje futuro. Cada lectura compartida, es una oportunidad para que el niño amplíe su vocabulario, mejore su comprensión, desarrolle su atención y conecte con sus propias emociones.
En los primeros años de vida, el cerebro se encuentra en plena etapa de desarrollo, por eso leer a estas edades favorece aún más el crecimiento cognitivo, lingüístico y emocional. Además, la lectura compartida genera un vínculo afectivo entre adultos y niños que permanecerá con ellos para siempre.
Desde Educamente Gabinete Multidisciplinar, trabajamos para acompañar a las familias en este proceso de descubrimiento, nos consta que la lectura no solo mejora el rendimiento académico del menor, sino que fortalece y realza habilidades tan importantes como las comunicativas, la empatía y la autoconfianza.
Fomentar el gusto por los libros desde pequeños no significa anticipar el aprendizaje formal, sino sembrar en el menor el amor por aprender. Un niño que disfruta de la lectura es un niño curioso, imaginativo y emocionalmente más preparado para enfrentarse al mundo.